Jóvenes y voluntariado: una unión para crear una sociedad, presente y futura, más justa

El compromiso y la solidaridad juvenil, motor de transformación social para construir un futuro más equitativo y humano en España.

Los jóvenes son el motor de cambio. Son la clave para impulsar la transformación social y mejorar la calidad de vida de muchas personas. Estas palabras no son solo una idea, sino una realidad: en los últimos años, cada vez son más los jóvenes de toda España que dedican parte de su tiempo al voluntariado y acciones solidarias.

Su vitalidad, entusiasmo y principios son un valor intangible, imposible de calcular, pero que se traduce en algo muy concreto: muchas personas en situación de vulnerabilidad mejoran su día a día gracias al acompañamiento y la ayuda que reciben de estos jóvenes comprometidos.

“Pequeños gestos, que no requieren un gran esfuerzo, y compartir parte de tu tiempo pueden tener un impacto enorme en la vida de los demás… y también en la tuya”. Es la convicción y, también, la motivación de Gadea Muñoz, una joven voluntaria de Madrid de 16 años que, pese a su juventud, encarna a la perfección todos los valores de ayuda, compañerismo y atención que caracterizan al voluntariado.

La historia de Gadea comienza en 2023. Su padre, voluntario de CaixaBank, solía contarle con entusiasmo las actividades en las que participaba y todo lo que le aportaban a nivel personal. “Mi padre me contaba lo que hacía desde pequeña, y yo le insistía en que quería acompañarle”, recuerda con una sonrisa.

Finalmente, tuvo la oportunidad de hacerlo durante el Mes Social de 2023, una iniciativa que Voluntariado CaixaBank realiza todos los meses de mayo promoviendo miles de actividades solidarias en todo el territorio. Aquel primer contacto, a los 14, fue suficiente: desde entonces, Gadea ha incorporado el voluntariado a su vida adolescente. Es consciente de que no es una afición más, propia de su edad, pero también de lo que le llena, aporta y devuelve.

Además, como se pone de manifiesto en todas las paradas del ‘Circuito Relife’, que impulsan la Fundación Relife y CaixaBank, el Voluntariado ayuda a jóvenes como Gadea a alejarse de adicciones… de las de toda la vida y de las nuevas relacionadas con las pantallas.

“He estado en todo tipo de actividades: talleres de pintura, acompañamiento, visitas a residencias. Y ahora, con 16 años, me centro en actividades con niños y niñas con diversas capacidades”, explica emocionada.

A 650 kilómetros, Elena Balbina traslada la misma sensación. “El voluntariado forma parte de nuestra familia”, cuenta esta joven profesora de San Fernando (Cádiz) que, a sus 23 años, participa, junto a sus padres y su hermana, en distintas labores sociales. “Mis padres son voluntarios desde hace más de diez años, y fueron ellos quienes me motivaron a implicarme”, comenta orgullosa.

Con una vocación social y de ayudar a los demás imposible de medir, Elena ya lleva más de cuatro años siendo parte activa del Voluntariado y es una de las más de 20.000 personas que, en 2024, participaron en las 30.000 actividades solidarias que CaixaBank impulsó en toda España y que generaron un impacto positivo en la vida de 430.000 personas en situación de vulnerabilidad, siendo actores del cambio para lograr una sociedad más justa.

Cada semana, Elena colabora con una asociación del barrio de La Viña, en Cádiz, ofreciendo refuerzo escolar a niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Además, organiza talleres de cocina online junto a jóvenes de otros países que, actualmente, se encuentran en el centro SAMU de Cádiz. Dos actividades muy distintas, pero con algo en común: crear espacios de apoyo, aprendizaje y conexión.

“Siempre recordaré el primer día que, tras dejar el centro SAMU de Jimena de la Frontera, los 22 chicos nos acompañaron hasta el coche”, relata Elena. “Nos pedían abrazos, fotos… incluso alguno quería que saliera en una videollamada con su familia. Fue un momento que nunca olvidaré”.

Su consejo es claro. “Animo a todos los jóvenes a dedicar una parte de su tiempo a los demás”, dice Elena. “Hacer voluntariado te abre los ojos. Te hace ver lo que realmente ocurre a tu alrededor, y pensar en los demás. Pero, para mí, lo más importante es que a las personas a las que ayudas te enseñan mucho más de lo que puedes imaginar: te hacen crecer, valorar más lo que tienes y ser mejor persona”, concluye con convicción.

En Murcia vive Gerardo Cuartero, un joven de 16 años que acaba de dar sus primeros pasos en el mundo del voluntariado. “Los jueves organizamos actividades deportivas con chicos y chicas de la Fundación Síndrome de Down de la Región de Murcia”, cuenta con entusiasmo.

Para Gerardo, esta experiencia ha supuesto un cambio de mirada. “A veces, estamos muy centrados en nosotros mismos, y este tipo de iniciativas te hacen ver que, dedicando solo un poco de tiempo, puedes mejorar el día de muchos niños”, reflexiona. También destaca cómo el voluntariado le ha ayudado a dejar atrás prejuicios: “Te enseña a no juzgar a nadie. Todos somos iguales”, afirma con convicción.

Su historia demuestra que el voluntariado va más allá de la ayuda. También crea vínculos, construye relaciones y deja huella. “Desde que formo parte de Voluntariado CaixaBank he conocido a mucha gente, pero con Antonio, otro chico que acude los jueves a la actividad con Fundown, he creado una amistad especial”, dice, sonriendo.

En un entorno donde la tecnología ocupa cada vez más espacio en la vida diaria, Gerardo tiene claro que quiere seguir dedicando tiempo, en persona y de calidad, a ayudar a los demás. Ese es el objetivo, también, del Campus de Voluntariado CaixaBank que promueve, además, cursos para padres e hijos.

“El próximo año, mi objetivo es participar muy activamente en el Mes Social”, avanza Gerardo. Y no duda al afirmar lo que esta experiencia ha significado para él: “Honestamente, me marcará para toda la vida”.